Cómo hacer masa de pizza italiana casera: Receta fácil y rápida

by Feb 26, 2025Equilibrada1 comment

¡Hola, amante de la buena mesa! Hoy te traigo una receta que ha conquistado corazones y estómagos por igual: la masa de pizza italiana. Sí, esa delicia crujiente por fuera, suave por dentro, que nos hace suspirar con cada bocado. Y lo mejor de todo, ¡es más fácil de preparar de lo que imaginas!

Así que, ponte el delantal, afila tus habilidades culinarias y prepárate para sorprender a todos con una pizza casera digna de una trattoria en Nápoles.

Para una pizza de tamaño familiar (aproximadamente 30 cm de diámetro), necesitarás:

  • 500 g de harina de trigo (preferiblemente tipo 00, pero la de todo uso también funciona)
  • 325 ml de agua a temperatura ambiente
  • 10 g de sal (aproximadamente una cucharadita y media)
  • 7 g de levadura seca activa (o 20 g de levadura fresca)
  • 15 ml de aceite de oliva virgen extra (una cucharada)
  • Una pizca de azúcar (para activar la levadura)
  1. Activar la levadura:
    • En un recipiente pequeño, mezcla la levadura con 100 ml del agua y la pizca de azúcar.
    • Deja reposar durante 10 minutos hasta que veas burbujas en la superficie, señal de que la levadura está despierta y lista para trabajar.
  2. Mezclar los ingredientes secos:
    • En un bol grande, tamiza la harina y añade la sal.
    • Haz un hueco en el centro, como si fuera un pequeño volcán en calma.
  3. Incorporar los líquidos:
    • Vierte la mezcla de levadura en el centro del volcán de harina.
    • Añade el resto del agua (225 ml) y el aceite de oliva.
    • Con una cuchara de madera o tus manos (¡manos a la masa!), mezcla todo hasta obtener una masa pegajosa.
  4. Amasado:
    • Espolvorea una superficie limpia con harina y vuelca la masa.
    • Amasa durante unos 10 minutos, estirando y doblando, hasta que la masa esté suave, elástica y ligeramente pegajosa. Si se pega demasiado, añade un poco más de harina, pero sin excederte; queremos una masa hidratada.
  5. Primer levado:
    • Forma una bola con la masa y colócala en un bol ligeramente aceitado.
    • Cubre con un paño húmedo o film transparente y deja reposar en un lugar cálido durante 1 a 2 horas, o hasta que doble su tamaño.
  6. Desgasificar y formar:
    • Una vez que la masa haya levado, colócala nuevamente en la superficie enharinada y presiona suavemente para eliminar el exceso de aire.
    • Divide la masa en dos porciones si deseas hacer dos pizzas medianas o utilízala toda para una pizza grande.
    • Forma una bola con cada porción y deja reposar durante 10 minutos más, cubiertas con un paño.
  7. Estirar la masa:
    • Con las manos o un rodillo, estira la masa desde el centro hacia los bordes, dándole forma circular.
    • Si te sientes aventurero, intenta el clásico método de girar la masa en el aire; solo asegúrate de no redecorar el techo de tu cocina.
  8. Precalentar el horno:
    • Precalienta tu horno a la máxima temperatura posible (250-280°C). Si tienes una piedra para pizza, colócala en el horno para que se caliente; esto ayudará a obtener una base más crujiente.
  9. Agregar los toppings:
    • Coloca la masa estirada en una bandeja para pizza o en una pala si usas piedra.
    • Añade tus ingredientes favoritos: una base de salsa de tomate, mozzarella fresca, albahaca, pepperoni, champiñones… ¡Las posibilidades son infinitas!
  10. Hornear:
    • Hornea la pizza durante 10-12 minutos, o hasta que los bordes estén dorados y el queso burbujeante.
    • Si usas piedra para pizza, desliza la pizza sobre la piedra caliente y hornea durante 8-10 minutos.
  11. Disfrutar:
    • Retira la pizza del horno y déjala reposar un par de minutos (si puedes resistir la tentación).
    • Corta en porciones, sirve y prepárate para recibir aplausos y ovaciones de pie.
  • Tiempo de fermentación: Si dispones de tiempo, puedes dejar que la masa fermente en el refrigerador durante 24 horas. Esto desarrollará más sabor y una textura aún mejor. Solo recuerda sacarla del frío y dejarla a temperatura ambiente antes de estirarla.
  • Harina adecuada: La harina tipo 00 es la tradicional en Italia para pizzas, ya que tiene un contenido de gluten ideal para una masa elástica y suave. Si no la encuentras, la harina de trigo común también dará buenos resultados.
  • Horneado perfecto: Si no tienes una piedra para pizza, puedes voltear una bandeja de horno y precalentarla; esto simula el efecto de la piedra y ayuda a obtener una base más crujiente.
  • Creatividad al poder: La pizza es un lienzo en blanco. Desde la clásica Margherita hasta combinaciones más atrevidas como pollo al pesto o cuatro quesos con miel, deja volar tu imaginación y tu paladar te lo agradecerá.

Y ahí lo tienes, una receta de masa de pizza italiana que te convertirá en el héroe de las cenas en casa. Porque, seamos sinceros, ¿quién puede resistirse al encanto de una pizza casera, hecha con amor y un toque de harina en la nariz?

¡Buon appetito!